jueves, 14 de julio de 2011

El PRO ¿Un partido de masas?

Existe en la Ciudad de Buenos Aires el mito de que los punteros barriales son exclusivamente del conurbano bonaerense. Esta constelación del sentido común alimentada por la televisión ubica al clientelismo en municipios alejados de la Provincia de Buenos Aires, bien al oeste de la General Paz. Este mismo mito le quita significación electoral a una parte de la masa de apoyo del PRO.

La relación de Macri con los punteros barriales tiene una larga historia que cultiva desde antes de sus inicios en el Club Atlético Boca Juniors. Allí se acercó al puntero radical del barrio de la Ribera, Roberto “el Tano” Palmiotti, actual Defensor Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces, la polémica designación del empresario y puntero, puso los pelos de punta a algunos vecinos que recordaban sus maniobras en la compra de diversas propiedades en el barrio.

A Macri también se lo relacionan con varios punteros radicales, sólo para nombrar algunos: Daniel “el Tano” Angellici, tesorero de Boca; al puntero del Barrio de Villa Lugano, Norberto “Beto” Larrosa.

El PRO es también heredero del aparato del peronismo de los noventa, el que por entonces se disputaban Claudia Bello, hija de un histórico puntero del barrio de la ribera- Carlos “Carlitos” Bello-, y Carlos Corach, Ministro del Interior de Menem.

Macri, según señalan en el barrio, era el mentor del común acuerdo entre la cúpula policial de la Comisaría 24 de la Boca y la barra del club que lideraba Rafael “el Rafa” Di Zeo. Esa misma Comisaría es la que estuvo sospechada por la muerte del militante Martín “el Oso” Cisneros y fue tomada por un grupo de personas encabezadas por Luis D’Elía. Precisamente, uno de los imputados en la causa por el asesinato de Cisneros, es el Cayetano Grecco, ex jefe de la comisaría. Casualmente el abogado del ex jefe de la 24 en dicha causa, es Marcelo Rochetti el mismo que actuó en la defensa de Di Zeo en la causa por apremios a hinchas de Chacarita en 1999. Rochetti, funcionario en Boca durante la presidencia de Macri en el club, fue contratado por la Legislatura de la Ciudad como jefe de seguridad en los inicios de la gestión actual.

La densa red de punteros que abarcan todo el sur de la Ciudad está ligada a hombres que ocupan puestos clave de la gestión macrista. Es el caso de Omar Abboud, ex Ministro de Derechos Humanos de Telerman, actual director del Instituto de la Vivienda (IVC) que cuenta con “referentes” barriales en la Villa 20. Allí, los vecinos señalan que el gobierno de la Ciudad “baja guita y planes” que controla Marcelo Chancalay, hombre ligado a Abboud. Chancalay ocupa una de las oficinas operativas de la Unidad de Gestión e Integración Social (UGIS) desde donde controla la ayuda social que se provee desde el Ministerio de Desarrollo Económico.

El IVC es una de los canales más importantes a través de los cuales el PRO asegura su influencia en las Villas. En Vivienda se señala al legislador electo Enzo Pagani como uno de los que “dirige” la administración de los subsidios por emergencia habitacional. Pagani, cuya esposa ocupa un importante puesto en el IVC, “tiene buenos contactos en las villas”.

Según dirigentes villeros, la Comuna 8 es el foco de la inserción barrial del macrismo. Precisamente, al frente del CGPC Nº 8 está Eva Ferraro, dirigente cercana a Cristian Ritondo. Ferraro y Esther “Niti” Iglesias, también ligada a Ritondo, fueron señaladas por vecinos del barrio como las responsables de “mover” a los barrabravas y demás punteros del PRO que protagonizaron dichos hechos de violencia a finales de 2010. Allí también varios medios se hicieron eco de los manejos punteriles del PRO. Allí sonaban los nombres de Miguel Angel “el Turco” Rodríguez y su influencia en la 1-11-14.

“Niti” Iglesias, se reconoce a si misma como una auténtica peronista “de las pocas que quedamos”, dice orgullosa, y afirma que la lealtad es lo que la caracteriza. “Ahora me llamaron para que trabaje en la Provincia, pero donde me pidan, yo voy, acompaño”, comenta Iglesias, a quien algunos de sus allegados la caracterizan por su verborragia y sus tapados de piel.

No obstante esta lógica de inserción territorial, es resignificada públicamente de una manera muy peculiar. No es precisamente esa tradicional forma de la política clientelar lo que muestra la “oferta” política del PRO, no es esa red de apoyos lo que hay que mostrar al “público”. En el círculo íntimo del macrismo bromean sobre “Niti” Iglesias y su políticamente incorrecta “discreción”.

En la interna del macrismo algunos no se muestran muy orgullosos de las redes de apoyos cosechados por el jefe de gobierno y se alejan de ese sector. Aunque, días antes de los comicios celebraban la cantidad de fiscales reclutados por los punteros PRO.

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