miércoles, 13 de julio de 2011

Las alianzas de Macri y la base territorial del PRO

La amistad del Macri con los dirigentes del viejo aparato justicialista de la Ciudad, enfrentado con el kirchnerismo, pasa por uno de sus mejores momentos. A pesar de la desconfianza que le supo traer la incorporación de Bergman a la cabeza de la lista de legisladores, se restableció el intercambio con la incorporación de mejores puestos en las comunas y en cargos de gestión. Ello le ha permitido al PRO movilizar un aparato de inserción territorial heredado de tiempos en que el menemismo gobernaba el país y que los punteros del duhaldismo dominaban el conurbano. En esa misma línea estratégica ha consolidado una red de dirigentes barriales que se referencian en funcionarios, algunos de ellos con cargos comunales, y legisladores.

Quienes especulan que habrá más cargos para los ahora referentes territoriales del PRO no dudan en que habrá mayor caudal de recursos destinados a cada barrio. Lo que aún no mencionan es cómo enfrentarán la nueva metodología de organización comunal.

Entre los militantes barriales del PRO se jactan de la gran cantidad de votantes que lograron “arrastrar” con la imagen de Macri: “Acá tenemos arrastre propio, nuestro, que potenciamos con Mauricio”.

Sin embargo ellos mismos notan la gran diferencia que hay con otras zonas de la Ciudad, dónde el “arrastre” va por otro carril. “En Recoleta están acostumbrados a la buena vida, ni se imaginan que (en la Ciudad) todavía hay calles de tierra, lo que les gusta es que (Mauricio Macri) es como ellos”.

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